Se cumplen 90 años del nacimiento en Estados Unidos de la soprano griega Maria Callas, una de las mujeres claves en la historia de la música reciente y la cantante de ópera más importante del siglo pasado.
Maria Callas nos dejó hace 30 años pero su recuerdo sigue presente hoy en día. La considerada por muchos como cantante de ópera más importante del siglo XX hubiera cumplido hoy 90 años. Y esa es la razón por la que Google le ha dedicado un doodle en este 2 de diciembre. Se trata del primero de este mes, tras un noviembre en el que nos obsequió con varios, el último el pasado día 22 sobre el Doctor Who en homenaje por el cumpleaños de la mítica serie. En fechas anteriores, el buscador más famoso del mundo dibujó en su portada también otro para el Día Universal del Niño, para Hermann Rorschach y su test y también en tributo a Albert Camus y el diseñador industrial Raymond Loewy. Hoy, con el doodle de Maria Callas, Google vuelve a poner sobre la mesa una figura histórica y nos invita de camino a conocer algo más sobre su vida y su obra, apasionantes e inolvidables ambas por diversas razones, tal y como vamos a poder leer en este texto.
Maria Callas, hija de dos emigrantes griegos que llegaron a Estados Unidos en 1923 vino al mundo ese mismo año en Nueva York. El patriarca de la familia, George Kalogeropoulos, decidió abrir una farmacia en Manhattan pero su nombre tan complejo para los estdounidenses le hacían poco atractivo, así que lo cambió por el de Callas.
La pequeña Maria Callas pronto volvió a la tierra de sus orígenes. Fue en 1937, cuando sus padres se separaron y junto a su madre y su hermana también adoptaron el apellido Kalogeropoulos de nuevo. Enseguida, empezó a formarse en el Conservatorio Nacional de Atenas, y como no cumplía con los 16 años de edad requeridos lo hizo falseando su edad. Estudió con la soprano Maria Trivella, y después bel canto con Elvira de Hidalgo. Solo un año después llegaría su debut amateur, en la piel de Santuzza en Cavalleria rusticana.
Maria Callas sufrió en su infancia las críticas de su madre, que la comparaba constantemente con su hermana: "gorda, nada agraciada y solo atractiva por su voz" fueron algunas de las lindezas que le dedicó. Fue la propia soprano quien confesaría después que el apoyo de su madre únicamente estaba motivado por las necesidades económicas que padecía y añadió además que en ningún momento se sintió querida por ella.
Corría 1942 cuando Maria Callas aparició como profesional por primera vez, Y lo hizco en el Teatro Lírico Nacional de Atenas, con la opereta Boccaccio. En agosto de es mismo año, con Tosca, en la Ópera de Atenas protagonizó su primer éxito. Durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial en el año 44, cuando la flota británica llega al puerto de El Pireo. Maria Kalogeropoulos (todavía no Callas), vuelve a Estados Unidos a los brazos de su padre.
Ya allí, el director general del Metropolitan Opera House, Edward Johnson, le ofreció inmediatamente los principales papeles para ser su estrella en la campaña 1946–1947. Nada más y nada menos que Fidelio, de Ludwig van Beethoven, y Madama Butterfly, de Giacomo Puccini. Pero nuestra protagonista rechazó ambos porque no quería cantar Fidelio en inglés, y también porque consideraba que Butterfly no era lo más apropiado para darse a conocer en Estados Unidos.
Durante 1946 se ocupó en perfeccionar toda su ténica, contrartó a Edward Johnson, el como agnte y un año más tarde, junto a muchos cantantes europeos de renombre, Maria Callas formó parte de la ópera Turandot en Chicago. Luego conocería en New Yotk al tenor italiano Giovanni Zenatello, director de la Arena de Verona, quien la contrató para cantar La Gioconda. Más tarde, en un viaje a Italia conoció a Giovanni Battista Meneghini, su primer y adinerado esposo, 30 años mayor, y con el que se casó en 1949, tomando el nombre de Maria Meneghini Callas.
El 20 de mayo de 1949 hace su debut americano en el Teatro Colón de Buenos Aires como Turandot, Aída. Además, gracias a su representación de Elvira en sustituación de Margherita Carosio e convirtió en «la voz de Italia», adquiriendo mucha popularidad en el país transalpino. Maria Callas sufrió una fría acogida pese a su fama cuando se estrenó como la Aida, de Giuseppe Verdi. Pero en su segunda representación La Scala milanesa sucumbió ante ella y desde entonces fue conocida como «La Divina».
Noticia extaída del ideal.es