Adiós a don Pedro Morales, una vida hecha “Esperanza Macarena”

Adiós a don Pedro Morales, una vida hecha “Esperanza Macarena”


Pedro Morales Muñoz es un músico compositor que nació en la localidad jienense de Lopera un 24 de Enero de 1923, de donde es hijo predilecto.

 

Comenzó a los ocho años de edad su andadura musical, en este caso a estudiar música en su pueblo natal de la mano de Pedro Gil Lerín, director de la formación musical de su pueblo especializándose con el flautín.

 

Sin embargo, con el paso de los años fue el clarinete, el instrumento que decidió estudiar, esto le llevó a mejorar sus conocimientos musicales de armonía de la mano del que a la postre sería su predecesor en la Banda del Regimiento de Soria 9, Pedro Gámez Laserna.

 

En 1943 a la temprana edad de 20 años, ingresa en el cuerpo de músicos militares, donde obtiene plaza de sargento y es destinado a la música militar de Córdoba, la cual dirigía su buen amigo y maestro Pedro Gámez Laserna.

 

Por recomendación de su director, Pedro Morales se marcha hacia Madrid, para mejorar profundizar sus estudios musicales en lo que respecta a armonía, contrapunto, fuga y dirección de orquesta y coral.

En 1954, cuando por entonces el antiguo Ministerio del Ejército, convocó oposiciones para cubrir vacantes en el Cuerpo de Músicos Militares obteniendo la plaza como director de la Música Militar, siendo el único que aprobara las oposiciones.

Años má tarde, es promovido al empleo de Teniente Director de Música del Regimiento Granda 34, con sede en Huelva. Tras estar destinado como director de la Música Militaren Huelva, llega su momento más soñado y consigue obtener plaza como miembro de la banda de la música del Regimiento de Soria 9, banda que dirigía por entonces Pedro Gámez Laserna.

No se mantuvo mucho tiempo en Sevilla, ya que en el año 1962, al ser ascendido a capitán, tiene que ocupar otra vacante y pasa a dirigir la Banda de la Academia de la Infantería de Toledo, donde se llevó cinco años, dotando a la banda de una gran calidad musical y adquiriendo un gran dominio en la dirección de la misma.

Todo cambia en 1967, cuando regresa a Sevilla y de qué manera, como director de la Banda de Música del Regimiento de Soria 9, sustituyendo a su maestro y amigo Pedro Gámez Laserna.

En ella, permanece como director, hasta el año de que jubilación en 1983, un año más tarde en 1984 es Abel Moreno Gómez, quien toma el testigo de esta prestigiosa banda. Bajo su dirección el Soria 9, alcanza cotas inusitadas, siendo premiada en numerosos espectáculos y congresos.

En cuando a la faceta compositiva, se podría decir que Pedro Morales bebe de sus antecesores musicales, sobre todo de Farfán y su maestro Pedro Gámez Laserna.

Marchas muy melódicas y con aires diferentes, siendo muy conocidas y famosas por sus originales tríos finales. Con todo esto fue en 1958, cuando compone su primera marcha “Cristo Chico del Humilladero”. Diez años más tarde, Don Pedro Morales, volvería a hacer historia componiendo en plena Plaza de la Campana, la marcha  “Esperanza Macarena”, para muchos una de las mejores composiciones musicales de que cuantas se han escrito en la Semana Mayor.

Los primeros acordes de esta marcha, vieron la luz en plena Campana, cuando Don Pedro iba al frente del Soria 9, tras la Virgen de la Esperanza. En ese momento, le vino la inspiración y sobre un papel empezó a componer los primeras notas de esta magistral composición.

La década de los setenta, llega el cénit musical del maestro, componiendo una de las mejores trilogías musicales que se recuerdan. En el año 1970 aparece la inigualable marcha “Virgen de la Paz”, marcha que rompe todos los esquemas, con un comienzo vibrante con la aparición de las cornetas y un trío final con cierto sabor melancólico, una auténtica obra maestra.

Dedicada a la Virgen del mismo nombre, del barrio del Porvenir. Después vendrán las insignes “Virgen de Montserrat”  del mismo año, marcha de corte similar a la anterior pero algo más solemne y en 1972 “Virgen de los Negritos”, otro clásico musical, que además tiene la particularidad de tener en sus compases iniciales, un cierto recuerdo a la canción de Antonio Machín  “Angelitos Negros”.

En los años ochenta, vuelve a ser protagonista de composiciones de inigualable belleza como “Virgen del Refugio” 1981, dedicada a la titular de la Hermandad de San Bernardo, marcha que ganó el primer premio del Concurso de las marchas procesionales que convocó el Ayuntamiento de Sevilla, ese mismo año.

Posteriormnte verían la luz, “Dulce Nombre de Jesús” 1982 dedicada a la Hermandad Sacramental de la Magdalena,  “Cristo de la Conversión” 1984, para el crucificado de la Hermandad de Montserrat y “Virgen del Dulce Nombre” 1987, encargada al maestro por el Grupo Joven de la misma Hermandad y convirtiéndose en todo un referente de la música procesional del momento.

Cabe destacar el mérito de que las marchas de Don Pedro, siguieran sonando en Sevilla, pese a que la moda de aquel entonces eran las composiciones que salían de Abel Moreno Gómez, el cual borró de un plumazo gran parte de las composiciones que Don Pedro tenía montadas en la banda del Soria.

En la década de los noventa, es nombrado director musical de la Banda del Carmen de Salteras, entre otros cargos.

Desde  “Pasa la Virgen de la Soledad”, marcha de un corte algo diferente, muy solemne, pero con todo el sabor moreliano por excelencia, a “Señorita de Triana” que se ha convertido en un clásico de aquí a pocos años, Pedro Morales nos ofrece una alta grama de marchas de una calidad exquisitas y un corte similar, alegre y con las cornetas como primordial instrumento.

Sin embargo, con  “La Soledad”, se ve al Pedro Morales más solemne y riguroso, una auténtica obra de arte hecha música, dedicada a la Soledad de San Lorenza y que tuvimos la suerte de hacer realidad el sueño de escucharla tras ella, en el mes de Noviembre de 2007, cuando la banda del Maestro Tejera la interpretó tras la Soledad en el Ayuntamiento.

También se puede destacar de nuevo la maestría de  “Te veré en el Cielo”, la elegancia y el sabor letífico de la marcha “Amparo”, sin olvidarnos de las últimas composiciones que han salido de las manos de Don Pedro Morales, como son el caso de  “Virgen del Rosario y Montesión”, ésta última para el cuatrocientos cincuenta aniversario fundacional de la Hermandad del mismo nombre.

Aparte de marchas procesionales, ha escrito inumerables piezas musicales de otro calado, es el caso de las marchas militares, donde destaca Regimiento de Soria. También ha escrito para Perlita de Huelva, títulos como  El divorcio, No tengo apellío, A perlita… etc.

Es director honorario de la Banda de Música María Santísima de la Victoria “Las Cigarreras”. En la actualidad Pedro Morales cuenta con más de doscientas composiciones registradas en la Sociedad General de Autores. Raro es la hermandad Sevillana, que no tiene alguna composición suya.


Noticia extraída de mundocofrade.es

Escribir comentario

Comentarios: 0