Pasadas las las 21:30 del 16 de Agosto y con algo de retraso, la ermita de San Isidro volvió a abrir sus puertas para dar paso al desfile procesional, encabezado por el estandarte de la Hermandad, seguido por la Cruz del Santo Rostro, que este año ha sido restaurada y de forma gratuita por el vecino de Almedinilla, Niceto Pulido. Decir que la Cruz del Rostro, como popularmente se conoce en la aldea, es la pieza religiosa más antigua que se posee en la ermita, incluso más que la misma ermita, ya que presidia el antiguo "Humilladero". Pero quien despertó toda las miradas fue la Santisíma Virgen de La Asunción que lucia su manto en terciopelo rojo y bordado con sobrepuesto en oro, regalo de todos los vecinos de los Ríos, recorriendo en sus sencillas andas toda la aldea, dejando un intenso olor a nardos con los que iba engalanado dicho el paso. También, por segundo año consecutivo, se sacó en procesión una pequeña imagen de la Virgen de Fátima que llegó a la aldea hace unos años, donada por unos vecinos que emigraron de la misma. El desfile procesional lo cerraba la Banda Municipal de Música de Almedinilla. Si se echó en falta por parte de los vecinos, la presencia de algún representante del Ayuntamiento de Almedinilla a la procesión.
Decir que, año tras año, se aprecia que la devoción a la imagen de la Virgen está arraigando en la aldea, ya que en todos los actos organizados en torno a ella se han volcado los vecinos con su participación.
Noticia extraída de lafuentezuela.com