Inauguración Coliseo Almedinilla - 1 de Mayo 2014


La terna, a hombros junto al mayoral de la ganadería de Luis Algarra. (Foto: Manuel Carrillo Castillo)
La terna, a hombros junto al mayoral de la ganadería de Luis Algarra. (Foto: Manuel Carrillo Castillo)

El Coliseo de Almedinilla quedó ayer inaugurado con una corrida de toros de la ganadería de Luis Algarra, de buena presentación, manejable y de distintas hechuras, siendo los mejores el cuarto y sexto que fueron aplaudidos en su arrastre. La terna, compuesta por el veterano y maestro matador de toros Ruiz Miguel; Manuel Díaz «El Cordobés» e Iván Fandiño, mostraron su disposición para agradar en una calurosa tarde. Francisco Ruiz Miguel, pura leyenda del toreo, que reaparecía de luces, abrió el cartel cumpliendo en la lidia de sus dos toros. Estuvo muy dispuesto toda la tarde contagiando al tendido y quitándose la mala sensación de la última cogida sufrida en Tarifa. Con el primero, de nombre “Hortelano”, el de más hechuras y parado, todo estuvo muy medido por parte del toro y torero, sacándole una meritoria faena que culminó con una estocada que le valió una oreja. En el cuarto de la lidia todo cambió y lo recibió con magníficos lances con el capote que fueron rematados con una magistral revolea. Co la muleta ofreció poderío y todo el saber que atesora por el pitón derecho rematadas por pases circulares y de pecho, gran estocada y certero descabello, consiguiendo los dos apéndices de su enemigo. Manuel Díaz «El Cordobés» no fue el más afortunado en el reparto de lotes y le tocó bailar con lo peor del encierro. A pesar de esta adversidad siempre estuvo con la sonrisa en los labios y entregado al público. Recibió a su primero con verónicas que no alcanzaron vistosidad, ya que el animal apenas entraba con fuerza al capote. Tras una cuidada suerte de varas realizó casi toda la faena por el pitón derecho tratando de alargar la embestida del animal en cada uno de los pases. Tras el salto de la rana, probó por el pitón izquierdo y sacó dos tandas de naturales de gran calado. Una estocada trasera y dos descabellos le hizo acreedor de una oreja. En su segundo, el toro salió muy suelto y sin fijeza por lo que hubo que esperar a la muleta para hacer una meritoria faena que remató con media estocada y un certero descabello. Le fue concedida una oreja por la Presidencia y, tras la fuerte petición de la segunda, se le fue otorgó el segundo apéndice que fue jaleado por el respetable. Lo mejor de la tarde vino de la mano de Iván Fandiño que hizo dos faenas sublimes de principio a fin. En el tercero dio una lección de toreo templado, todo muy medido y las carencias del toro fueron obviadas y superadas por el buen hacer del diestro de Orduña, que remató la faena con una gran estocada tendida que le valió las dos orejas. Al sexto, de nombre “Ancioso”, lo recibió con unos magníficos lances de capote con los pies juntos que hicieron vibrar a los asistentes. Con la muleta estuvo muy solvente, lo llevó todo muy medido y consiguió por ambos pitones magníficos muletazos, demostrando el lugar que ocupa en el escalafón. Las cinco tandas de gran belleza, la faena al natural para enmarcar y la gran estocada, tras el pinchazo, hicieron que se le concedieran la dos orejas y el rabo tras fuerte petición del público. La lluvia de orejas debe interpretarse como un signo de que la fiesta sigue viva y en todo su esplendor y que el Ayuntamiento de Almedinilla se suma a ello ofreciendo un coso distinto y singular, como es el Coliseo, enclavado en un entorno de gran belleza. Todo ha transcurrido como la Comisión Taurina soñaba: diestros y mayoral a hombros, público feliz y todos contentos. Lástima que no se colgara el cartel de “no hay billetes”. FICHA DEL FESTEJO PLAZA DE TOROS DE ALMEDINILLA. Jueves, 1 de mayo de 2014. Toros de Luis Algarra. Buena presentación, con gran hechura y manejables. Los mejores el 4º y 6º aplaudidos en su arrastre. Tarde soleada, con dos tercios de entrada. FRANCISCO RUIZ MIGUEL, de malva y oro: oreja y dos orejas. MANUEL DÍAZ «EL CORDOBÉS», de marino y oro: oreja y dos orejas. IVÁN FANDIÑO, de verde agua y oro: dos orejas y dos orejas y rabo. Dio la vuelta al ruedo acompañado del mayoral de Luis Algarra. El toro con que se inauguró la plaza se llamó, «Hortelano», negro mulato listón, marcado con el número 44.


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