El día 8, día grande de la Patrona de la aldea, comenzó con disparo de cohetes y repique de campanas para dar paso a la solemne misa en honor de la Virgen del Carmen presidida por el párroco Pablo Lora Blasco y cantada por el Coro de Nuestra Señora de las Angustias de Alcalá la Real. 

Por la tarde, la solemne procesión de la Virgen estuvo acompañada por una representación de la cofradía Virgen de la Sierra de Cabra con la que están hermanados, cerca de una veintena de mujeres ataviadas de mantilla, autoridades religiosas y civiles, Banda Municipal de Música de Almedinilla y muchos devotos y devotas de la aldea y de la diáspora de Sileras. El cortejo procesional incorporó un nuevo recorrido a petición del niño Jesús Gámiz que fue respaldada por vecinos y hermanos de la fiesta e hizo una parada a la altura de la Plaza donde giraron la imagen de la Virgen hacia la misma, mientras la banda de música interpretaba la composición “Virgen de la palma”, junto a un grupo de niñas de la aldea que le cantaron una salve y una de las orquestas de la noche unas “Sevillanas rocieras”. Al término de la misma, el párroco se dirigió a todos los presentes para anunciarles que no había hermanos para organizar las fiestas del  próximo año, saliendo tres de las hermanas de la familia Yébenes-Aguilera que intercambiaron bengalas con los hermanos salientes, mientras los fuegos artificiales bañaban de luz el firmamento con un colorido especial.