Pregón de Semana Santa 2018


Almedinilla 17 de Marzo de 2018

Sobre las 21:00 h la Banda Municipal de Almedinilla se disponía a realizar su tercer pregón de Semana Santa en Almedinilla, esta vez organizado por la Hermandad del Nazareno de Almedinilla.

Con un acto cargado de profundo sentimiento religioso, la Hermandad del Nazareno dio inicio el pasado sábado a la cuenta atrás para la Semana Santa con el pregón de Inmaculada Yévenes, en la iglesia parroquial de San Juan Bautista, presentada por Antonio José Bermúdez Ibáñez, compañero de su Junta de Gobierno, esbozando  algunas de sus cualidades, como su fructífero trabajo al frente de la Hermandad durante ocho años, su entusiasmo y entrega, su compromiso eclesial y cofradiero, su labor encomiable de dinamizar la cofradía y engrandecer la Semana Santa y el hecho de ser la primera mujer Hermana Mayor del Nazareno, cediéndole la palabra tras escuchar la marcha procesional “Amarguras”, a cargo de la Banda Municipal de Música.

La pregonera comenzó su alocución  con un poema de profundo calado cristiano y de cómo debe vivir el penitente la Semana Santa. Y, tras este primer mensaje, saludó a las autoridades religiosas, civiles y militares, a los Hermanos Mayores y miembros de la Junta de Gobierno de las distintas Cofradías y Presidenta de la Adoración Nocturna. También agradeció a sus compañeros de su Junta de Gobierno el apoyo dado a sus gestión, ya que junto a ellos encontró “sentido a luchar por una ilusión y una esperanza común” y a su marido por su ayuda y comprensión respetando su dedicación a la Hermandad y a sus dos hijos que constituyen “mis dos vidas, mis dos motivos, mis dos desvelos y mis dos preocupaciones”. También agradeció el apoyo de su familia y al presentador por sus “elogios desmedidos”, a su entender motivados por su amistad forjada “bajo el manto de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Y, finalmente, agradeció a Dios por el hecho de haber nacido en Almedinilla, “Tierra de Sueños y cuna de gente buena, sencilla y emprendedora que acoge a los de fuera y los hace sentir como uno más de sus hermanos”, pidiendo piedad para que “seamos dignos cristianos y siendo un privilegio “conducir a todo mi pueblo para que mediten el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección”.

Recordó a los presentes que en esta casa se han ido marcando los momentos más importantes de su vida (bautizo, confirmación y matrimonio) y ha traído a sus hijos, aunque estén de moda otras opciones, pero “no me tiembla la voz al decir que soy cristina”, ya que así se lo inculcaron sus padres e intenta inculcar a sus hijos y a los niños de la catequesis.

Para ella, un pregón es “intentar expresar con palabras la fe cristiana” y la Semana Santa es “una recreación plástica de la historia de AMOR más grande jamás contada”, basada en el pilar de: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”.

Respecto a las Hermandades dijo que son una conjunción de voluntades y esfuerzos para conseguir el fin que se pretende y el formar parte de la Hermandad del Nazareno le hizo ponerse “al servicio de nuestro Padre y de todos los hermanos”, renunciando a tiempo de descanso, momentos familiares y sobrellevando malos ratos superados al comprobar que “el señor viene a nuestro encuentro”. También resaltó que el desarrollo de su labor como Hermana Mayor ha sido un privilegio y una vivencia que ha contribuido  a “crecer como persona y darle sentido a mi fe”.

Respecto a la Cruz manifestó que es “nuestro anclaje básico para alcanzar la ansiada salvación”, ya que es “el puente, el camino y la escalera que nos permite redimirnos y unirnos a Dios”, ya que no hay vida sin padecimiento y sufrimiento.

Las procesiones de Semana Santa nos recuerdan “el peregrinar de Jesús y atestiguan en el cristiano el compromiso de seguir su ejemplo”, por lo que “debemos aprender de su humildad, de su dolor y de su cruz”.

Tras esta profunda reflexión de fe, se centra en los días clave de la Semana Mayor no exentos de profundas reflexiones. Así, el Domingo de Ramos, con la Entrada Triunfal de Jesús montado en un burro y acompañado por sus apóstoles, centran la mirada alegre e inocente de los niños y niñas de Almedinilla. “Una imagen tierna, humilde y llena de amor hacia los más pequeños”, predilección de Jesús y mejor fruto regalado: “Dejar que los niños se acerquen a mi”.

En la tarde del Jueves Santo se sella un testamento en el marco de la Cena del Señor con el círculo íntimo de Jesús: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Y, en la noche, el silencio, dolor y luto envuelven a Cristo del Amor y Virgen de los Dolores, ya que Jesús va en la Cruz, dedicándoles sendos poemas al son de tambores y bombos en cuyos rostros solo hay “tristeza, amargura y dolor”. Después del encierro procesional, acompañamos al Señor en el Monumento para velar y orar con Cristo y por los hermanos que sufren por guerras, terrorismo y violencia, pidiendo como Jesús que “No se haga mi voluntad sino la tuya”.

La mañana del Viernes Santo está llena de emociones y nudos en la garganta, ya que el Nazareno sale de la Iglesia haciéndonos estremecer, dedicándole un bello texto con el mensaje de que todo nuestro devenir pasa, pero “el Nazareno se queda” y seguirá en nuestro pueblo con “túnica nazarena, con espinas en las sienes, con la boca ya reseca con las manos doloridas y con su frente sangrienta, llevando sobre su cruz nuestros pecados a cuestas”. La pieza musical “Mi Amargura” de la Banda Municipal bajó la intensidad de los momentos vividos y las lágrimas de muchos devotos.

En el Domingo de Resurrección triunfa la verdad, ya que Dios cumple lo prometido y Almedinilla se viste de gala para recibir el día más alegre de la Semana Santa, pues “la Resurrección es un acontecimiento único, que se repite año tras año y el llanto se convierte en alegría y esperanza para todos los cristianos”.

Finalmente, concluyó el pregón agradeciendo a la Banda de Música su acompañamiento y a la actual Junta de Gobierno del Nazareno por la confianza puesta en ella para pregonar la Semana Santa y proclamado un último mensaje al inclinarse ante la imagen de Jesús Nazareno y pedir la bendición para su pueblo, mientras que las notas musicales de la Marcha Real levantaron a los asistentes, que compartieron un ágape en los salones parroquiales.


Noticia modificada de lafuentezuela.com